Porque estar con tus amigos para tomarte un café con croissants y donuts una tarde de viernes cualquiera no es dulce, es lo siguiente. Qué gusto tener amigos y qué gusto que sean de la categoría de Eric y Sara.
Y qué amargo es llegar a casa y descubrir a tu pequeña en la cama de sus papás agotada por una gastroenteritis, una vez más...
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